Noticia. Estudio sobre los hábitos alimentarios de los niños.

  Me he encontrado con una noticia, de un estudio sobre los hábitos alimentarios de los niños en este país, y me ha hecho reflexionar, y analizar un poco mi entorno, y los niños de familiares y amigos, que me rodean, y realmente muchos padres tienen la conciencia de que alimentan a sus hijos de forma correcta y equilibrada, y  la verdad es que la dieta deja mucho que desear.

  Es muy común que los desayunos y meriendas sean a base de bollería industrial, muy lejos de un bocadillo tradicional de toda la vida, de unas frutas, de un vaso de leche o un yogurt, de un puñadito de frutos secos, etc, etc.   

  Conozco los que "pregonan de desayunar sano" y se limitan a pan de molde (con todas sus grasas y azúcares) con margarina (repletas de grasas trans) y algún embutido (con toda su grasa y colesterol).

  También es más fácil para las mamas llevar un bollo envasado al parque para merendar, que llevar un taper con fruta cortada o preparar antes de salir un bocadillo de queso, por ejemplo..

  Si hablamos de almuerzos y cenas, conozco varios casos en los que las verduras que diariamente dan a comer a sus hijos son patatas (que se consideran tan verduras como una lechuga...), el tomate que lleva el ketchup, y el ajito que acompaña al arroz cocido.

  Conozco niños que piensan que todos los pescados están en una lata, y las carnes son en forma de albóndigas y hamburguesas, que las frutas van líquidas en un brick y todo lo que no esté frito, está crudo...

 Menos mal que no son todos los casos, y también conozco niños y adolescentes que prefieren desayunar fruta y yogurt con cereales, o pan tostado con tomate natural y pechuga de pavo, que se pirran por las legumbres y son capaces de comerse la ensalada de la familia si te descuidas....

  Una parte de la educación de los padres es la educación nutricional, y en ella debemos poner un gran esfuerzo, primero para informarnos qué es lo saludable, equilibrado y adecuado, y luego para tomarnos el trabajo y el esfuerzo de presentarlo a los hijos como algo natural (dando nosotros el ejemplo, para empezar) y hacer de esa forma de comer, un hábito, no una excepción.

  Es la única forma de regalar salud.  Otro buen regalo sería el ejercicio físico, en cualquiera de sus variantes, pero de eso, hablamos otro día....